31 mar 2014

Reseña: Muerte en Venecia - Luchino Visconti


Título original: Morte a Venezia
Director: Luchino Visconti

País: Italia
Año: 1971
Idioma: Italiano, inglés, polaco.
Reparto: Dirk Bogarde, Björn Andrésen.



Mientras escribo estas líneas, debo admitir que sigo en un cierto shock emocional tras haber visto la película de Visconti, en donde el cine deja de ser el simple relato de algo que ocurre y se vuelve arte. Una excelsa pieza de arte.

Visconti lleva a la pantalla su interpretación de Muerte en Venencia, la novela de Mann que hace poco reseñe.Sin duda, su visión es diferente pero no desmerece para nada a la novela corta de Mann.
Visconti puede hacer de la película algo conmovedor, sin necesidad del sentimentalismo, guiándonos sólo con la impecable técnica de la cinematografía y el agazajo visual que es Muerte en Venencia.


Aquí, Gustav von Ashenbach es un compisitor de piano que decide viajar a Venecia escapando de un pasado o una rutina, lo cual sólo podremos interpretar por ciertos flashbacks que Visconti itercala en la narración. Nada excepcional ocurre, hasta que Gustav se topa con Tadzio, un adolescente que desde el primer momento le cuativa y provoca en él un arranque de deseo que, pese a sus intenciones de ignorar, lo rebasaron y lo harán caer en una espiral hacia lo prohibido.


Tadzio, increíblemente interpretado por la precoz belleza de Björn Andrésen, es aquí una representación del pecado, del mal, de la tentación. Podría decirse que él sabe lo que provoca en Gustav, y a partir de ahí, lo manejará a su antojo, le haré suplicar por tan solo una mirada o una sonrisa.
La complejidad de los personajes se complementa de forma maravillosa, haciendo un drama psicológico a través de acciones e imágenes, siendo poesía llevada a la pantalla.




Si bien, en la novela de Mann existe un amor, este tiene tintes más hacia lo artístico y la admiración de la belleza del joven; mientras tanto, Visconti libremente representa el deseo sexual de Gustav por Tadzio.

Es aquí interesante intentar cuestionarnos todo lo que Tadzio representa para Gustav: la belleza, claramente, una imagen casi divina; la juventud perdida y con eso, una felicidad también existan hace tiempo para Gustav. Una esperanza que sin embargo, lo sume en la más grande las angustias. ¿Una segunda oportunidad? ¿Un recuerdo de mejores tiempos?  Una pasión tardía, un amor imposible, una musa por la que vale la pena morir...


Gustav, observado a Tadzio con fascinación
Tanto la novela como la película me parecen, obras maestras; ésta última, sin duda, una de las piezas más hermosas y estrujantes que he visto en mucho tiempo. Una película poco convencional, un drama manejado de manera igual de peculiar, con la extraordinaria música de Mahler, que transmite los sentimientos del protagonista de forma exquisita, y las escenas filmadas por el lente de Visconti, que bien podrían ser dignas de ser una pintura en el Louvre.

Callar y desear es el castigo más grande que nos podemos echar encima.
Es una película que transmite la fuerza de los sentimientos prohibidos, expresando lo que alguna vez Lorca dijo: "Callar y quemarse es el castigo más grande que nos podemos echar encima."

Mucha de la fuerza de la película recae en la impecable actuación de Dirk Bogarde, quién interpreta a Ashenbach. Cada gesto, movimiento, por pequeño e imperceptible que parezca, en realidad dotan de gran sentido cada escena.
Precisamente, al lograr transmitir la marea de sentimientos que lo aflige, con el maravilloso final de la obra, uno no puede evitar soltar lágrima. Al menos mi maestra de apreciación cinematográfica y yo lo hemos hecho. ¡Simplemente perfecta! La mayor expresión de cine como arte.


Pueden ver la película aquí, aunque sólo con subtítulos en inglés. Si le entienden, les recomiendo muchísimo que la vean:

27 mar 2014

Reseña: Muerte en Venecia - Thomas Mann


Título original: Der Tod in Venedig
Autor: Thomas Mann

Año de publicación: 1912
País: Alemania

David von Michelangelo.jpg
El David, sinónimo de
perfección masculina
A veces las historias más ricas también son las más cortas. Me refieron a que no es necesario ser un libro de 500 páginas al estilo Guerra y Paz para dar un significado tan sublime y tratar un tema que, sí bien tiene un alto grado de filosófico, muchos lo toman como algo sin importancia, frívolo y banal. Thomas Mann, en Muerte en Venecia, con sus menos de 200 páginas, logra poner a la belleza cómo elemento de discordia, de inmoralidad, de una admiración casi divina e incorrecta. Ah, la belleza...aquél tema tan escabroso, tan provocador y creador de revuelo social. La belleza, entendida como algo meramente físico y no metafísico. Aquí hablamos de apariencias.


Es un tema vasto, que desde siempre ha intrigado al ser humano. La búsqueda de ésta por parte de los griegos, con sus Dioses de mármol y el arte; los egipcios con el maquillaje para resaltar sus rasgos más seductores, Da Vinci y sus proporciones perfectas, y el italiano con su David. Es precisamente esto lo que hace que Mann elija Venecia como el escenario ideal para una historia que gira en torno a la belleza de un chico de catorce años que cautiva a un poeta, tal vez ya en sus cuarentas o cincuentas, y que no puede resistirse al innintencional encanto que le fascina.

"Aschenbach advirtió con asombro que el muchacho tenía una cabeza perfecta. Su rostro, pálido y preciosamente austero, encuadrado de cabello color de miel; su nariz, recta; su boca, fina, y una expresión de deliciosa serenidad divina, le recordaron los bustos griegos de la época más noble. Y siendo su forma de clásica perfección, había en él un encanto personal tan extraordinario, que el observador podía aceptar la imposibilidad de hallar nada más acabado. "

 La obra de arte no sabe que es arte, sólo es. Así como Tadzio ignora lo que provoca en su observador:
"Casi todas las naturalezas artísticas tienen esa innata tendencia malévola que aprueba las injusticias engendradoras de belleza y que rinde homenaje y acatamiento a esas preferencias aristocráticas."

Muerte en Venecia, llevada a la pantalla por Luchino Visconit. Bjorn Andrésen como Tadzio
y Dirk Bogarde como Aschenbach

Así Tadzio se vuelve el objeto de deseo, la obsesión,  de Gustav von Aschenbach, quién sufre arrebatos impropios de un hombre mayor, impropios pero innevitables, quién en Venecia buscaba la inspiración perdida a lo largo de los años, por el desencanto de la vida y la rutina y que termina encontrado un motivo de vivir tan dañino que poco a poco lo va mermando hasta extinguirlo.


La belleza, un tema que obsesiona
a la sociedad.
Sin embargo, lejos de ser una Lolita, Muerte en Venecia está cargado de la filosofía sobre el concepto de la belleza, de la forma en que los artistas la perciben y como, al ser un valor universal cautiva sin importa edad, sexo, nacionalidad, etc... Claro, podemos decir que "la belleza está en el ojo de quién mira", pero aceptemos que en nuestra sociedad desde siempre han habido ciertos estándares de lo que denominamos bello y lo que no.

Muerte en Venecia es también la decadencia de una era. La muerte de Ashenbach representa a esta sociedad que lo pierde todo en aras de las apariencias, o de banalidades, si lo quieren. La fascinación por el lujo y la exuberancia al final pueden ser la sentencia de tu muerte, como ocurrió con María Antonieta, por mencionar un caso muy específico.

Es una lectura muy introspectiva, casi monológica, y que nos regala una de las prosas más finas de la literatura. Muerte en Venecia no cultiva la transgresión por capricho. Simplemente, se interna en las regiones más problemáticas del ser humano, un espacio donde la razón y el instinto mantienen un duelo interminable.
Si no se está acostumbrado a este tipo de lectura tal vez se necesite un poco de paciencia, pero es sublime y merece mucho la pena. Una de mis lecturas favoritas hasta ahora, debo admitir.

Si les interesa pueden leer el libro aquí
5/5
@eloisacb

19 mar 2014

Sky Ferreira: The original 'grunge'.

Mucho antes de que Miley perdiera los estribos y adoptara su look 'noventero-sweet-grunge', sky llevaba millas siendo fiel a sí misma. Eso es, para mi, lo que distingue a un artista de una estrella pop. El artista es fiel así mismo, a lo que dice y a cómo lo dice. Es así Sky Ferreira; algunos la cuestionarán de One-Hit-Wonder, yo la sigo desde sus incios, cuando cantaba en plazas públicas y se equivocaba en la letra de la canción por los nervios y sé, que dará de que hablar.



Acá les dejo la reseña completa, que publiqué en reconoceMX! si últimamente no me paso por el blog es porque ando ocupada con la universidad, el radio y mi intento de periodismo musical, sí se meten a la página y me apoyan me harían muuuuy feliz <3

PRONTO MÁS RESEÑAS LITERARIAS! 


6 mar 2014

Reseña: El corazón de las tinieblas - Joseph Conrad


Título original: Heart of Darkness
Autor: Joseph Conrad
Año de publicación original: 1899
Idioma: Inglés
Editorial: Miller/Strauss
Número de Páginas: 104





"We dream as we live--alone." -- Heart of Darkness

Mis fantásticos lectores...estoy de vuelta, esta vez con un poco de literatura inglesa de finales del siglo XIX, con la novela "El corazón de las tieblas" de Conrad. Bueno, admito que al principio no sabía si esta lectura me iba a gustar, pues todos me habían dicho que literalmente: la odiaban. ¿Odiar? ¿Se puede odiar a un libro que marcó, definió e influyó a la literatura de la manera en que esta lo hizo? Bueno, no sería la primera vez que una "Gran Obra" es detestada por la mayoría de la gente. Así que ahora les digo mi opinión, y también, les compartiré qué es eso que la hace tan "grande".

Heart of Darkness es la historia de Marlow, un marino que fue asignado a un viaje al Congo para extraer marfil, durante este viaje hacia una oscura y desconocida región (de ahí el título), también se irá acercando a conocer otro lado aún más oscuro: el del corazón humano y las atrocidades que puede llegar a realizar, y a hacerlo, como si fuese lo más natural del mundo, por otro lado, la línea entre la cordura y la locura estará al borde, en su obsesión por conocer a Kurt, un personaje bastante peculiar en nuestra historia.

Principalmente, la razón por la que en su época fue tan sonada dicha publicación, fue porque el colonialismo británico se encontraba en uno de sus momentos de mayor fortaleza, ya que las colonias generaban riqueza y reforzaban la imagen de supremacía del Reino Unido; pero aquí Conrad pone el dedo en la llaga y nos dice: "Pero todo esto que le trae tantos beneficios a la 'civilización' británica es a costa del inhumano sufrimiento de otros." esos otros eran los habitantes de África, a quiénes Inglaterra supuestamente iba a "civilizar" y a "brindarle una mejor calidad de vida". Ese era el discurso que sustentaba la invasión de un territorio a otro, y el hecho de la sociedad británica no se había detenido a reflexionar sobre el asunto, al que tampoco se le hacía mucho hincapié.
Lo interesante es, creo yo, que Inglaterra siempre nos ha vendido la imagen de ser el refinamiento, la educación y la caballerosidad por excelencia; y es sorprendente como tantos autores lo han desmentido con obras como "El señor de las moscas" y  claro, ésta misma. Aquí un tema central es el contraste entre salvajismo y civilización ¿en dónde empieza una y dónde otra? ¿ambas coexisten? ¿es innato al humano ese instinto animal y lleno de brutalidad? ¿es de hecho, el corazón de la humanidad, nada, pero un cúmulo de tinieblas, rencor, muerte y locura? Son esas las preguntas que Conrad plantea en la novela, y creo, responde en gran medida con el desarrollo de la misma.


De hecho, en la novela son claras las aluciones entre el río Támesis (en dónde empieza la historia y en donde se encuentra un grupo de ingleses que escucharan la historia de Marlow) y el río del Congo, considerado por esos ingleses como una región salvaje, a la que Marlow simplemente responde:
"And this also," said Marlow suddenly, "has been one of the dark places of the earth.", refiriéndose al río británico, es decir, Inglaterra en algún momento fue igual de salvaje y desconocida cuando los romanos la invadieron, como el Congo es ahora para ellos.

Finalmente, llegamos a Kurt, un personaje similar a Drácula de Stocker, puesto que aparece muy poco en la novela pero sin embargo, es una fuerte presencia en ella. Kurt es simplemente el reflejo de esta decadencia y deshumanización, no sólo de los ingleses colonizadores, si no de la sociedad en sí, de lo fácil que es cruzar al lado "salvaje", al darse cuenta de que la llamada "civilización" puede llegar a ser tanto o más salvaje que lo desconocido.

Apocalypse Now de Coppola, inspirada en la novela de Conrad

En fin, la alegoría es precisamente sobre la oscuridad dentro de las personas, situada en el contexto del colonialismo, pero que sigue siendo igual de valida para nuestros días. Es quizás eso, lo que la hace una obra imperecedera. Ahora ¿qué si me ha gustado? No me volvió loca, como otras lecturas que me han fascinado; como dije antes, El señor de las moscas, uno de mis libros favoritos y que trata temas similares, pero tampoco es tan "odiable" como me habían contado. Así que personalmente le doy un:

3/5

@eloisacb